– Muchos dicen: “no tengo gula”, pero comen y comen…
– “No tengo gula”, pero comen demasiado o no lo suficiente, es maltratar el cuerpo.
– Y muchas veces no confiesan este pecado.
– El exceso de alcohol o la droga, es gula.
Gula de material
– La gula, no es solamente comer, alimentarse. Hay gula de vestimenta, prendas que desean, quien tiene más.
– La gula para las mujeres es importante. Gula no solamente de alimentos sino de cosas materiales, que tanto buscan. Compras de ropa, tecnología…
– Hay también gula en la ambición, la sensualidad. Claro que se puede tener, pero no con ambición, no con egoísmo.
Los jóvenes a veces no comen por cuidar las vestiduras, pero son esclavos de tecnologías, de cosas materiales. Muchas veces lo sienten adentro, pero no lo saben expresar.
– Algunos padres a su vez son egoístas. Desean hacerse trofeos de sus propias progenituras. Los hijos son como trofeos, cuando se separan los hijos son trofeos, porque los quieren ganar. Es una batalla, y el hijo es el trofeo para que el otro no pueda tenerlo. Es gula, y es egoísmo.
– Dicen: “Quiero para mi hijo tal cosa”, en realidad lo quieren para si mismos.
Gula de Internet
– La gula de tecnología.
– Bajar y poseer todo lo que ofrece internet. Es gula.
– Querer saber todos los detalles de los últimos escándalos y contarlos.
– Pasar horas leyendo todo lo que se escribe en Facebook o Wassap. Es gula.
– ¿Cuantos confiesan esto? ¿Cuantos lo tienen en cuenta?
Ambición
– Ambición de tener poder dentro de la comunidad.
– Ambición de tener un mejor puesto en la jerarquía.
– Ambición de tener un coche igual que el vecino. Es gula.
– Ambición de poseer una casa, y trabajan todo el tiempo y abandonan los chicos.
- Así fabrican huérfanos.
- Así fabrican salvajes, drogadictos, hombres y mujeres sin amor.
Curiosidad
Consultar videntes, tarotistas y curanderos, por ambición, envidia, curiosidad. Es gula.
– Muchas veces es curiosidad, buscar saber cosas inútiles : “¿Quién tiene Fulana por novio? ¿Quién quiere dañar a Mengana?” Es gula.
– No solamente es curiosidad, es atentar contra el amor del Señor. Es idolatría. Es hacer doble vida: muchas veces los católicos ayudan más económicamente a esos curanderos que tienen dones de sanación y videncias, que a la Iglesia. Pero si no está el amor a Dios y a los hombres, de nada sirve que puedan tener dones.
– Ir a videntes y tarotistas, es solicitar la ayuda de los espíritus malos. ¿Quién le da poder a tu curandera? ¿Quién le da saber a tu tarotista? Si no es el Espíritu Santo, ¿qué espíritu puede ser? ¿Con qué espíritu cura? No el Espíritu de amor del Señor, la Tercera Persona de la Trinidad, sino el espíritu de mentira, de envidia, de curiosidad. Te dan información, pero no para que la persona esté bien, sino para que te pongas mal, te pongas triste, te preocupes, que bajes las defensas, y también para que caigas en el error de consagrarte a estos espíritus. Porque no confías en Dios, en su misericordia, en su amor.
– Si fuiste a videntes, tarotistas o curanderos, debes confesarlo. Es gula y es idolatría. Debes confesarlo y renunciar.
Renunciar
– A veces es por ignorancia, creen que van a curar, pero es pecado contra el primer mandamiento, el amor del Señor sobre todas las cosas y santificar su nombre.
=>También se debe renunciar, porque el demonio nunca se olvida de que fuiste a pedirle ayuda.
– Cada mañana, «Renuncio a Satanás y a los tarotistas, y me uno a Jesucristo y a María Inmaculada, para siempre».
– Cada mañana, «Renuncio a Satanás y a los videntes, y me uno a Jesucristo y a María Inmaculada, para siempre».
– En cuanto a la droga, que llega a ser adicción, se sale de la droga, no con remedios, que son drogas igual. Lo mejor que yo conozca es con el trabajo, la oración y el apoyo de buenos amigos. Mira lo que hacen en la comunidad Cenacolo aquí o la Fazenda de la Esperanza.