El Rosario puede detener las guerras

«No hay ningún problema, por difícil que sea, temporal o sobre todo espiritual, referido a la vida personal de cada uno de nosotros, de nuestras familias, de las familias del mundo o de las comunidades religiosas, o de la vida de los pueblos y naciones. No hay ningún problema, digo, por difícil que sea, que no podamos resolver por el rezo del Santo Rosario». (-Sor Lucia de Fátima).

 Aquí damos algunos ejemplos históricos que lo demuestran.
 Hoy, a medida que se extiende la Tercera Guerra Mundial y la persecución de los cristianos, ¡es urgente e importante recordarlo!


El Rosario es un arma de guerra eficaz, no solamente para el ámbito espiritual. Es eficaz también para solucionar los problemas temporales.

«La Santísima Virgen da una eficacia nueva al rezo del Rosario. No hay ningún problema, por difícil que sea, temporal o sobre todo espiritual, referido a la vida personal de cada uno de nosotros, de nuestras familias, de las familias del mundo o de las comunidades religiosas, o de la vida de los pueblos y naciones. No hay ningún problema, digo, por difícil que sea, que no podamos resolver por el rezo del Santo Rosario» (Sor Lucía de Fátima lo decía al Padre Fuentes el 26 de diciembre de 1957).

La historia nos da varios ejemplos de victorias militares o políticas obtenidas por el Rosario, o sea que algún superior jerárquico o autoridad legitima haya mandado recitar públicamente el Rosario antes o durante la batalla. Algunos ejemplos:

La victoria de Lepanto, 1571

La batalla de Lepanto

El 7 de octubre de 1571 tuvo lugar en Lepanto (Grecia) la mayor batalla de los tiempos modernos. En aquella época, el Islam conocía una expansión poderosa y amenazaba Europa. El papa san Pío V reunió una coalición con Felipe II de España y la Republica de Venecia, dirigida por Don Juan de Austria, de 24 años. El papa distribuyó un rosario a cada soldado y todos se confesaron y comulgaron. El 7 de octubre, fiesta del Santo Rosario, a las 13, todos se pusieron de rodillas e invocaron a Dios en alta voz y a la Virgen, luego fue la batalla. La flota turca tenía 300 barcos y 120.000 hombres de tropa.
 Mientras tanto, en Roma, el papa hacía rezar el Rosario en todos los conventos y colegios, y él mismo rezó el rosario todo el día. En la tarde, recibió una revelación de la victoria y fue a la iglesia a dar gracias. Sin embargo la noticia le llegó 15 días más tarde.
 Un tercio de la flota turca fue sumergida y la mitad capturada, tan solo 40 barcos se escaparon.
 En consecuencia, Pío V instituyó la fiesta de Nuestra Señora del Rosario en toda la Iglesia y agregó a la letanía de la Santísima Virgen la invocación “ Auxilio de los Cristianos ”.

La Rochelle, 1628

En 1628, los protestantes constituían un estado en el estado en Francia. El rey Luis XIII sitió a La Rochelle, distribuyó 15.000 rosarios y pidió a los Dominicos que instruyeran al ejército. Cada noche, los protestantes podían ver las tropas cantar Ave María y llevar la imagen en torno a la ciudad, que cayó el 1º de noviembre de 1628.
 Luis XIII consagró Francia a Nuestra Señora el 10 de febrero de 1638 e hizo construir la iglesia de Nuestra Señora de la Victorias en Paris.

Manila, 1646

Las Filipinas fueron cristianizadas por les españoles a partir de 1565. En 1646 una flota holandesa protestante llegó frente a Manila. Los holandeses eran guerreros temibles. Los Filipinos tenían tan solo dos galeones comerciales y los armaron. Un Dominico, el Padre de Conca, predicó el rosario a los tripulantes, que lo recitaban en dos coros en el puente.
 De marzo a septiembre, los dos galeones atacaron cinco veces y consiguieron cinco victorias, inexplicables humanamente, al grito de: “ ¡Viva la fe en Cristo y la Virgen del Rosario!

Viena, 1683

En 1683, 250.000 Turcos asediaron la ciudad de Viena, defendida por tan solo 24.000 hombres. El papa Inocencio XI levantó una coalición de 84.000 hombres con Juan Sobieski rey de Polonia, Carlos de Lorena y algunos príncipes de Sajonia y Baviera. Cuando llegaron a Viena, la ciudad estaba a punto de caer. La batalla tuvo lugar el 12 de septiembre, luchaban a una contra tres. El rey de Polonia tuvo el rosario en mano todo el día. Y obtuvieron la victoria.
 El papa estableció en ese día la fiesta del Santo Nombre de María , en acción de gracias.

Viena, 1716

En 1716 los Turcos otra vez amenazaban a Viena. El príncipe Eugenio de Savoya los enfrentó, otra vez a uno contra tres, en Peterwardein el 5 de agosto, fiesta de Nuestra Señora de las Nieves, y obtuvo la victoria.
 El papa Clemente XI extendió la fiesta del Santo Rosario a toda la Iglesia [1].

Los Jesuitas de Hiroshima, 1945

Hiroshima y la iglesia de los Jesuitas después de la bomba

El 6 de agosto de 1945, en Hiroshima, muy cerca de donde cayó la bomba atómica, cuatro sacerdotes jesuitas alemanes sobrevivieron a la catástrofe, y la radiación -que mató a 246.000 personas en los meses siguientes- no tuvo efecto en ellos. Esta historia, documentada por historiadores y médicos, es conocida como el Milagro de Hiroshima [2]. Estaban en la casa parroquial de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los pocos edificios que resistió a la bomba. En el momento de la explosión, uno de ellos se encontraba celebrando la Eucaristía, otro desayunaba y el resto en las dependencias de la parroquia.
 En 1976, 31 años después del lanzamiento de la bomba, el P. Hubert Schiffer acudió al Congreso Eucarístico de Filadelfia y relató su historia, confirmando que los cuatro jesuitas estaban aún vivos y sin ninguna dolencia.
 Los cuatro religiosos nunca dudaron de que habían gozado de la protección divina, y en particular de la Virgen: «Vivíamos el mensaje de Fátima y rezábamos juntos el Rosario todos los días», explicaron. El P. Schiffer escribiría “El Rosario de Hiroshima”, un libro en el que da cuenta de todo lo que vivió. [3]

La liberación de Austria, 1949-1955

En 1945, al final de la segunda guerra mundial, Austria fue dividida en cuatro zonas, la parte más rica siendo ocupada por Moscu. El Padre Petrus Pavlicek, regreso de cautividad, fue en peregrinación a Mariazell, y la Virgen le dijo: «Recen el Rosario todos los días, y habrá paz». En consecuencia, lanzó una cruzada reparadora del Rosario en familia y en las parroquias: participaron 10.000 personas.
 Pero Moscu invadió Checoslovaquia y Hungría. Luego de las elecciones de 1949, organizó una gran procesión en Viena, con 35.000 personas encabezadas por el canciller. Los Rusos alardearon: “Lo que tenemos una vez, jamás lo abandonamos”. La cruzada de Rosarios crecía: contaba con 200.000 personas en 1949 y 500.000 en 1955. Ese año, Molotov convocó a Moscu el canciller austriaco, que comentó que los Rusos se habían endurecido y que pidieran la ayuda de María.
 Luego, sin explicaciones, Moscu otorgó la independencia a Austria y los soldados rusos dejaron el país.
 Todos los discursos oficiales reconocieron la intervención de la Santísima Virgen.

Brasil, 1964

En 1964, en Brasil, el presidente Goulart infiltró todos los puestos clave e intentó imponer un gobierno comunista. Entonces el Padre Peyton, de la Congregación de la Santa Cruz, predicó una cruzada del Rosario: millones de mujeres se movilizaron, rezando el rosario en las calles. A pesar de esto, el 13 de marzo Goulart decretó el cambio de constitución y la nacionalización del país.
 Pero todo el país abandonó a Goulart y el 26 de marzo hubo un golpe militar sin derrame de sangre, y Goulart se fugó con sus amigos. El milagro fue atribuido a Nuestra Señora de Fátima.

Filipinas, 1986

En 1986, durante la rebelión pacifica contra el dictador Ferdinando Marcos, miles de filipinos tomaron el Rosario en sus manos e impidieron a sus tropas tomar el cuartel local de la policía en Manila. Los tanques intentaban abrirse paso entre la multitud. La gente rezaba y mostraba sus ROSARIOS. Las tropas estaban listas para disparar.

Monjas en primera fila


 De repente, los soldados salieron de los tanques y se unieron a la multitud. ¿Qué pasó? Una Señora vestida de blanco se apareció de repente y elevó sus manos, pidiendo a los soldados: «No disparen». Hubo muchos testigos de esta aparición y muchos de los soldados que estaban dispuestos a disparar se presentaron llorando ante el Cardenal Jaime Sin, Arzobispo de Manila, para contarle lo sucedido.
 «El mundo entero observó sorprendido cómo los filipinos derrocamos al dictador y detuvimos los tanques, con nuestras solas manos y de rodillas. Todos los rincones de la tierra constataron el poder del Rosario. Más poderosas que los fondos económicos son las oraciones.» (Cardenal Jaime Sin).
 El presidente Marcos huyó del país el día siguiente, 26 de febrero 1986 [4].

La protección de Medjugorje, 1995

En 1991, Serbia invadió Bosnia-Herzegovina y empezó una exterminación de la población. Juraron destruir la ciudad de Medjugorje, donde la Virgen se aparecía desde 1981 y pedía el rezo del Rosario por la paz del mundo. Los Serbios arrasaron todo el entorno de Medjugorje y se acercaron cada vez más. Mientras que siguiendo las indicaciones de la Virgen se rezaba el Rosario. Una noche, los Serbios, que avanzaban invenciblemente, de pronto empezaron a hacer marcha atrás. Y cuando se les preguntaba “Porqué?” respondían “No sabemos”. Relatando esto, el Padre Jozo mostraba su rosario diciendo: «Nosotros lo sabemos».
 También enviaron misiles sobre Medjugorje, y no explotaron.
 Dos aviones fueron enviados para bombardear la ciudad, y cuando llegaron el cielo se puso blanco con nubes, los aviones se trabaron y los pilotos tuvieron que se eyectarse mientras que los aviones se estrellaban.

Nigeria y los terroristas de Boko Haram, 2016

En la diócesis de Maiduguri, en el extremo noreste de Nigeria, la secta Boko Haram anunció su intención de exterminar los cristianos. Destruyó muchas escuelas e iglesias. En diciembre 2014, Mons. Oliver Dashe Doeme, obispo de Maiduguri, tuvo una aparición de Jesús mientras adoraba al Santísimo, él le mostró que Boko Haram será vencido con el Rosario. Mons. Oliver recorrió su diócesis, animando a los fieles a perdonar y rezar el Rosario.
 Dos años más tarde, el mismo obispo anuncia que Boko Haram hace marcha atrás, y la noticia es confirmada por el propio gobierno de Nigeria, que afirma haber vencido a la secta.

Mons. Oliver Dashe: Firmé mi sentencia de muerte

¡Hoy!

A medida que se extiende la Tercera Guerra Mundial, no olvidaremos todas estas victorias. El asesinato de sangre fría en nombre de Dios es satánico. Y para batallar contra Satanás, el arma más eficaz es el Rosario. No esperemos que las masacres lleguen a nuestras calles y bajo nuestras ventanas para empezar la cruzada del Rosario del siglo 21.