Ya es tiempo de valorar la familia hombre-mujer

Son el futuro de la humanidad.

Sin la familia hombre-mujer, no hay futuro.

Defendamos la familia.


Sin familia, no hay futuro

Ya es tiempo de dar valor a la familia con hombre-mujer.
 No solamente valorar la familia cristiana, que es el pilar de la Iglesia de Pedro, la Iglesia católica…
 Hoy es tiempo de valorar y sostener a todas las familias, fundadas en el amor de hombre y mujer.
 No discriminar a nadie ni rechazar a nadie.
 ¡Son el futuro de la humanidad!.
 Sin la familia con hombre-mujer, no hay futuro.

Estamos en guerra

¡Estamos en guerra! Guerra de intereses, por los recursos naturales, y por el poder.
 También guerra a la familia, porque la familia unida molesta.
 La familia con hombre-mujer que da vida molesta.
 Las dictaduras tienen miedo cuando hombre y mujer son felices en familia.
 Quieren destruir la cultura cristiana, como Hitler.

«Desde hace tiempo decimos: “El mundo está en una guerra por cuotas". No tengamos miedo de decir esta verdad: el mundo está en guerra porque ha perdido la paz. Hay una guerra de intereses, una guerra por el dinero, una guerra por los recursos naturales, una guerra por el dominio de los pueblos: esta es la guerra. No es una guerra de religiones. No. Todas las religiones queremos la paz» (Francisco a los periodistas en el avión hacia Polonia)

Hacen guerra a la familia

Hoy están haciendo estragos con hombre y mujer y la tecnología.
 Se difunde la pornografía, el divorcio, el aborto, el juego de la seducción.
 Crean departamentos exiguos donde los niños molestan.
 Enseñan perversión en las escuelas.
 Con la tecnología fabrican bebés en laboratorios.
 Alquilan vientres.

Es tiempo de defender el amor hombre-mujer

 Defender la gracia que hay entre hombre y mujer
 Entre los padres y los hijos.
 Defender el derecho de cada niño a tener un papá y una mamá.
 Rezar para que no se propague más el seudo-matrimonio homosexual.

Sí a la familia con papá y mamá

El Enemigo quiere la división entre hombre y mujer.

El Enemigo desea separación y discordia.
 Quiere la división entre hombre y mujer.
 Quiere guerra entre hombre y mujer.
 Dios quiere unión.
 El Enemigo quiere formar grupos matriarcales que son mujeres y mujeres y mujeres. En el “Congreso de mujeres autoconvocadas”, las más radicales rechazaban “toda autoridad”, todo «patriarcalismo», sea de Dios, sea del varón, de la Iglesia o del estado.
 El demonio quiere la desunión. Sabe que dividiendo es más fácil atraer las almas. Sabemos que el Enemigo no nos va a dejar libres, hará todo para que se distraigan y huyan.
 Dios quiere la unión de hombre y mujer que dan vida.

Es tiempo de ayudar a las familias

¡Familias de todo el mundo, reúnanse!
 Reúnanse para buscar la gracia y la santidad.
 Ayúdense a servir como padres, como madres, como esposos.
 Ser santos no solamente en su vida espiritual, sino en la vida social, el trabajo, los estudios.
 Reúnanse para defenderse contra los abusos de poder de los gobiernos.
 Que los gobiernos protejan y ayuden a las familias con hombre y mujer, incluso con recursos económicos para cada niño que nazca.

«Todas las actividades y obras de los laicos, sus oraciones e iniciativas apostólicas, la vida conyugal y familiar, el trabajo cotidiano, el descanso de alma y de cuerpo, si son hechos en el Espíritu, e incluso las mismas pruebas de la vida si se sobrellevan con paciencia, se convierten en sacrificios espirituales, que son ofrecidos a Dios con el sacrificio de Jesucristo en la Eucaristía (cf. 1 P 2, 5), y hacen de los laicos adoradores santos que consagran el mundo mismo a Dios». (Vaticano II, Constitución Lumen gentium sobre la Iglesia, nº 34).