15ª estación. Jesús resucita de entre los muertos.
El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro y encontraron removida la piedra del sepulcro, pero no hallaron el cuerpo de Jesús. Se les aparecieron dos hombres con vestiduras deslumbrantes que les preguntaron: “Porqué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado”.» (Lc 24:1a.2.3b.4b.5b-6a).
¡OH Jesús!, ¡has resucitado, estás viviente!
– Te alabamos, te bendecimos, te glorificamos.
– Por tu resurrección, Señor, devuelve a nuestro cuerpo, a nuestro espíritu, a nuestra alma, la salud, la sanación, el aliento, el consuelo.
– Derrama en nosotros el espíritu de alabanza, de adoración y acción de gracias.
– Renueva en nosotros los siete dones del Espíritu Santo.
– Guíanos hacia una vida de amor, de santidad y servicio, una vida llena de alegría, para que el mundo entero conozca que has resucitado verdaderamente.
– Ven Jesús, a resucitar toda la humanidad sufriente, que está crucificada.
– Ven a resucitar nuestras familias rotas, nuestros hijos desestabilizados, ven a resucitar nuestras naciones, todos los países en guerra o en crisis política, económica y social.
– Ven Señor, en sus corazones, para devolverles la vida verdadera.
– Te lo pedimos, en honor a los Corazones unidos de Jesús y María, y en acción de gracias a la Santísima Trinidad.
Bendición final