13ª estación. Jesús es bajado de la cruz, y lo entregan en brazos de María, que besa sus llagas con amor.
– Te adoramos o Cristo, y te bendecimos
– Porque por tu santa cruz redimiste al mundo
Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, y fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato ordenó que se lo entregaran. José tomó el cuerpo y lo envolvió en una sabana limpia.» (Mt 27:57-59).
Jesús, te ofrecemos toda nuestra inocencia crucificada por el pecado, todas nuestras faltas de ternura, de calor humano hacia los demás, en el pasado y en el presente.
Te ofrecemos nuestro espíritu herido, nuestro cuerpo y nuestra alma heridos. Te ofrecemos nuestras lagrimas, y las que no hemos echado.
Nos abandonamos en brazos de María, en brazos del amor materno. Nosotros somos sus hijos, igual que tú Jesús. Sus lágrimas interceden sin cesar por nosotros.
Enséñanos a amar a María y a consolarla.
– Padre nuestro
– Dios te salve María
– Gloria al Padre